jueves, 13 de enero de 2011

Al Globo

Que triste es ver como te inflas y luego vuelas
porque no estás lleno de nada,
tan sólo de aire,
aire que inyectas en tus entrañas
y alimentas con tus mañas.

La gente te ve subir, se admiran
pero luego...luego lo olvidan,
te pierden de vista.

Y mientras más subes más te desinflas y caes en cuenta que...pero que digo!
no lo haces :/ te sigues echando aire,
aún vives engañado.

Yo que vos ya no seguía soplando porque...
¡BOOOM!

...

Y el sonido impactó, pero pronto se desvaneció; todo desapareció, nada quedó.





Y ahora sólo pienso... vaya que la vida nos da lecciones; pero lamentablemente no todos las escuchan.

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