Sos ese dolor constante en mi corazón, 

que en ocasiones se acrecienta y me congela, 

no puedo ni moverme, por más que quiera. 

Un suspiro se asoma 

y el dolor se libera nivela,

pero ahí sigue, ahí sigues, 

siempre, siempre presente, 

siempre ausente.

Es tu ausencia la que ahora me acompaña,

al final tuya...

tuya siempre al final.

Ya no

Se siente como si aún fueras mío...

pero ya no.