Consejo Sano

En ocasiones no cambias algo por miedo a perder tu esencia,

porque TODA la vida dijiste que eso jamás te pasaría, que jamás lo harías.

En mi opinión, todos aquellos cambios que te lleven a ser mejor persona

sólo fortalecen tu esencia.

Pensalo,  te involucran con situaciones en las que nunca pensaste estar,

en las que puede surgir un nuevo descubrimiento de vos mismo,

en las que el resto de tu esencia reacciona y te hace afrontarlo "a tu manera".

Por lo general intento no limitarme a decir desde ya que algo no va a pasar conmigo,

me dedico a mi presente, a mejorar mi esencia, a conocerme. El futuro dejalo mejor 

para soñar, anhelar y tener puntos de referencia para actuar hoy, pero nunca he pensado

que sea bueno vivir el presente detallando tu futuro.

Es chistoso ver la capacidad que tiene, ese pensamiento que lleva tu nombre,

para enredarse con el resto de ideas que pasan por mi cabeza.

El poder de una sonrisa

Una vez un señor ya de edad avanzada,

se me acercó y me dijo que tenía una muy bonita sonrisa,

yo rápido pensé en los defectos de mis dientes 

y me lo negué. Sólo dije "gracias" balbuceando,

pero no lo creí.

Hoy veo mi sonrisa más como una herramienta,

como un reflejo de la felicidad que siento,

sonrío porque me siento bien,

ya ni si quiera pienso en los defectos,

sonrío porque me nace,

porque quiero contagiar mi alegría.

Siendo sincera, ni si quiera lo pienso,

son las respuestas de los demás 

los que me hacen darme cuenta 

del poder de una sonrisa,

de lo que puedo transmitir con ella,

puede dar consuelo,

puede tranquilizar,

puedo hablar sin si quiera pronunciar una palabra.

Hoy los invito a sonreír,

a transmitir su alegría,

a compartirla...

Hay muchos allá afuera que lo necesitan.

Como Te siento.

Ver Tú rostro Señor en un extraño,

sonreírle y que me sonrías de vuelta.

Es en el otro donde más te miro,

donde más te siento,

donde más siento tu amor,

donde más siento que puedo corresponder ese amor tan grande que me das,

que me das INCONDICIONALMENTE.

Gracias, Dios Mío.

Mi cuerpo diciendo lo que mi boca no logra pronunciar,

ni mi cabeza logra estructurar.

 “El bien trae bien”,

yo hago bien, tú mal,

yo reconozco, tú no,

yo sufro, tú ni cuenta.

Soy paciente,

Más no siempre,

Estallo,

Pensamientos enredados,

Pierdo la cabeza,

Me pierdo.

Reconozco el egocentrismo,

Reconozco mi humanidad,

No me justifico,

Sólo me enredo más.

Mañana otro día será,

Mis pensamientos  fluirán,

Se resuelven las cosas,

Mi paciencia vuelve a funcionar,

Dejo mis zapatos atrás,

Me pruebo los tuyos

Aunque descalza a veces me gustaría estar.

Egoísmo instintivo,

La primera reacción,

Duradera,

Defendida por la incomprensión,

¿Lo meditan?

¿Se dejan a sí mismos para volverse el otro?

Raramente.

El instinto lo entiendo,

La poca madurez y humanidad no siempre.