llevaba tiempo de no hacerlo...
La noche a simple vista parecía nublada, sin luz, apagada.
Eché un vistazo... realmente quería ver algo.
No sé si la nube se alejó, no estoy segura de lo que pasó...
pero poco a poco comencé a ver
puntos de luz, que a mi parecer no pueden llamarse estrellas...
la luz era muy tenue, luego de parpadear era necesario esperar un momento
para volver a verlas.
Seguí observando,
el área estaba llena de ellas,
hasta que llegué a una verdadera estrella,
hermosa, majestuosa
Sobresaltaba no sólo su brillantez,
sino el tono de la luz... era como ver un arcoiris esférico con destellos de luz,
algo que jamás había visto, era único,
inexplicable...
Mientras observaba tanta belleza me percaté de algo,
todas las estrellas que estaban al rededor de ella, sí brillaban,
nunca como ella pero sí tenían brillo y propio,
incluso daba la sensación que bailaban a su alrededor.
Debo confesar que mientras estaba del otro lado incluso sentí frío,
impaciencia y hasta miedo,
pero ver aquella estrella, ver a sus compañeras,
no me trajo más que paz e incluso toques de felicidad.
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Me pone triste pensar que hay tantos hombres alejados de la luz de Dios,
que viven en esa sombra, que ignoran la existencia de esa luz Divina,
que por miedo o simple ignorancia no buscan y no caminan hacia Él,
que incluso un día dejan de brillar y simplemente desaparecen,
dejando únicamente un agujero negro que nadie está buscando rellenar.
Si sos de los que ya tienen brillo propio, que ha visto esa estrella espectacular,
que la conoce, que la vive...
Te invito a voltear a ver al otro lado,
te invito a llegar al otro lado... y reflejar esa luz que sólo viene de Él,
que sólo tu puedes hacer llegar, que debes hacer llegar,
ellos también merecen conocerla...
