festeja las canas,
las cicatrices, las manchas...
Son símbolo natural no sólo del paso del tiempo,
también de un crecimiento intelectual y enhorabuena espiritual;
son como medallas, como premios por el largo (y a veces agotador) recorrido,
son un "tengo buenos consejos que darte" hablado por la carne, por falta de melanina en tu cabello, por rastros de batallas ganadas y superadas.
Disfruta cada momento de la vida,
hoy quizá no tengo arrugas (bueno tal vez si ya unas) ni canas,
pero el día que las tenga cada una contará una historia...
serán mis testigos, mis pruebas de todo lo que he vivido.
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